Uso de toallas de poliéster negro para la sala limpia: ¿está realmente limpio?

El objetivo de limpiar una superficie con una toalla para sala limpia es eliminar los contaminantes como el polvo, la suciedad, el aceite, las grasas, el hollín, quitar el fundente y así sucesivamente. Pero, después de limpiar, ¿qué tan limpia está la superficie? ¿Cómo se puede garantizar? ¿Cómo puede estar seguro un operador o un inspector de calidad?

La toalla blanca de poliéster oculta la contaminación por falta de contraste.

Inspeccionar visualmente la toalla es la forma más rápida y fácil de comprobar la limpieza. Si la toalla se ve sucia y el sustrato se ve limpio, el proceso de limpieza fue exitoso. Eso funciona bien si la toalla y los contaminantes son de colores contrastantes. Como la mayoría de las toallas son blancas (un signo de limpieza, quizás), las manchas negras u oscuras se ven fácilmente. Sin embargo, muchos contaminantes no son de color oscuro. En cambio, son blancas o de color claro. Como son del mismo color que la toalla, no resulta del todo útil inspeccionar visualmente la toalla usada. Esto es especialmente importante si el contaminante esta formado por partículas, especialmente partículas pequeñas.

El color en realidad son energías específicas de ondas de luz que se encuentran en el rango de longitudes de onda que los humanos pueden ver, el espectro visible entre el rojo y el violeta. Los objetos parecen tener color ya que absorben y reflejan selectivamente ciertas longitudes de onda de lo visible. Por ejemplo, cuando a un objeto azul le llegan rayos de luz blanca, el objeto refleja solo las longitudes de onda que vemos como luz azul y absorbe toda la demás luz, es decir, todas las demás longitudes de onda de luz.

A medida que las partículas se hacen más pequeñas y más dispersas, su color real o falta de color (transparencia) se hace menos visible y el efecto de dispersión de la luz se hace más evidente. Por ejemplo, la dispersión de Mie es responsable de la apariencia blanca de las nubes. Las gotitas de nube son agua transparente pero con un diámetro de 20 micrómetros más o menos, y son lo suficientemente grandes como para dispersar todas las longitudes de onda visibles más o menos por igual. Esto significa que casi toda la luz que entra en las nubes se dispersa. Debido a que todas las longitudes de onda están dispersas, las nubes parecen ser blancas. Los medidores de partículas líquidas confían en la dispersión de Tyndall para determinar el número de partículas y medir la turbidez en una muestra.

En consecuencia, la contaminación por polvo y partículas no se detecta de forma fiable con toallas blancas. En su lugar, se han desarrollado toallas negras "limpias" para mostrar de forma clara y visible la contaminación por partículas pequeñas. Las toallas negras de inspección como Coventry™ Poly Double-Onyx™ se desarrollaron originalmente para ser la comprobación final de la limpieza de manos y rostro (maquillaje y partículas de humo de cigarrillo) de los trabajadores que entraban en las salas limpias de clase 10 para la fabricación de semiconductores y otros componentes microelectrónicos. Sin embargo, sus propiedades hacen que sean útiles tanto para la limpieza final como para la inspección final de cualquier superficie en un entorno vital o en cualquier lugar donde las partículas comprometan la calidad o el rendimiento.

Detalle de la contaminación en el material de la toalla negra.

Las toallas de inspección deben tener las siguientes propiedades, ya que o bien limpian la superficie hasta su limpieza final o bien realizan el contacto final con la superficie después de la limpieza final.

• Limpieza: la toalla de inspección debe estar al menos tan limpia como la toalla más crítica usada en el proceso de limpieza. De hecho, debe ser la toalla más limpia. Por lo tanto, debe lavarse en la sala limpia para eliminar toda contaminación de partículas, no volátil (NVR) e iónica. Preferiblemente, debe tener bordes sellados o márgenes sellados, ya que es aquí donde se desprende mucha contaminación de las toallas.
• Absorbencia: la absorbencia de la toalla de inspección debe ser igual o superior a la de todas las demás toallas utilizadas en el proceso de limpieza, de modo que pueda ser la limpieza final y captar cualquier contaminación dejada por la toalla anterior.
• Durabilidad: las toallas deben ser de color uniforme y resistentes a cualquier ataque químico o mecánico (abrasivo). El poliéster puro 100 % monofilamento es ideal para esta tarea y la razón por la que se utiliza en la toalla más limpia.
• Visibilidad: las partículas y contaminantes deben ser claramente visibles en la toalla. Los contaminantes oscuros se ven claramente en la típica toalla blanca. Sin embargo, la toalla negra más azabache es necesaria para ver todos los demás contaminantes remanentes. Las toallas azules no son adecuadas.
• Tamaño adecuado: la toalla debe ser lo suficientemente grande (mínimo 6 pulgadas x 6 pulgadas; preferiblemente 9 pulgadas x 9 pulgadas) para que se pueda manipular adecuadamente.

Las toallas de poliéster Coventry™ Poly Double-Onyx™ para sala limpia cumplen estos criterios. Y, gracias a esto, funcionan igual de bien que una toalla de limpieza de alto rendimiento que una toalla de inspección.

La mejor manera de usar una toalla de inspección es doblarla en cuartos. La toalla se sostiene en la mano con el láser o con los bordes cortados con calor en la palma. El pulgar debe sostener las cuatro esquinas cortadas en la palma de la mano mientras los dedos aplican una suave presión de limpieza sobre la toalla, justo detrás de los bordes doblados. La toalla puede volver a doblarse para exponer cuatro superficies de limpieza frescas que no se tocan con las manos (o las manos enguantadas) de la superficie limpiada. Este es el mismo método recomendado para las toallas de limpieza de alto rendimiento.

¿Está limpio? Las toallas de inspección negras, como Coventry™ Poly Double-Onyx™ 6259BESD2 responden a esa pregunta; y hacen que así sea.